"La vuelta al mundo en 72 días" - Nellie Bly
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| Imagen Propia - Café Cortázar |
Lo
primero que llamó mi atención al leerla es que una mujer diera la vuelta al
mundo en el año 1889. En el mismo se mencionaba que Los lápices editora había publicado este libro. Inmediatamente,
busqué la página de la editorial en la red social Facebook para averiguar qué otros títulos tenían publicados.
El año
pasado visité la FED (Feria de Editores) en la Ciudad Cultural Konex y fui al
stand de la editorial para encontrarme con esta historia porque quería viajar a
través del relato de Nellie Bly y conocer la travesía que había realizado.
Emprendí
la lectura-viaje a mediados de diciembre de 2019 en Mar del Plata y finalizó a
fines de enero de 2020 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Como
expresa su biógrafo Arthur Fritz “la historia más famosa de Nellie comenzaría
en 1889. Propuso al periódico viajar alrededor del mundo más rápido que el
personaje de Julio Verne, Phileas Fogg, en “La vuelta al mundo en 80”.
“Los
editores de The World desconfiaban de la idea. Las mujeres no viajaban sin
acompañantes y llevaban demasiado equipaje. Nellie Bly nunca se negó a asumir
un desafío: se subió al transatlántico Augusta
Victoria, sola, el 14 de noviembre de 1889 llevando solo un pequeño bolso”.
(p. 259-260)
Retomando
la mención a Julio Verne quiero decir que me encantó tener un punto en común
con Nellie. Ella había leído la misma novela que yo aunque en épocas
diferentes. Durante su viaje, ella pudo visitar la casa del escritor, conversar
con él, visitar su escritorio y conocer su biblioteca: “Al salir del estudio,
había una biblioteca enorme. La gran habitación estaba completamente cubierta
por estantes desde el techo al piso, y estos estantes vidriados estaban llenos
de libros espléndidamente encuadernados que debían costar una fortuna”. (p.
64-65)
¡Qué
maravillosa oportunidad! Porque a través de las palabras de Nellie pude
recorrer la casa del escritor.
Dentro
de su itinerario estaba la visita a la ciudad de Japón. Nellie describe
detalles de la cultura oriental, como por ejemplo: vestimenta, costumbres de
las mujeres, hombres y niños. Además, hace hincapié en las diferencias entre
China y Japón: “Los japoneses eran el polo opuesto de los chinos. Eran las
personas más limpias de la Tierra, los chinos, los más desprolijos; los
japoneses estaban siempre felices y bien predispuestos, los chinos, estaban
siempre gruñones y taciturnos; los japoneses eran las personas más gráciles,
los chinos, los más torpes; los japoneses tenían pocos vicios del mundo;
resumiendo, los japoneses eran las personas más encantadoras del mundo, los
chinos, los más desagradables”. (p. 218)
En
fin, los y las invito a “sumergirse” en la lectura de este libro, anímense a
viajar a través de la crónica de Nellie Bly.
*Pueden
leer el artículo completo en la sección Artículos
de interés.
Actualizada: 21 de septiembre de 2020
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