"Diario de una soledad" - May Sarton
Antes de comentar cuestiones puntuales de este libro, me interesa contarles cómo llegué a la autora May Sarton. El año pasado, en el taller de lectura al que asisto hace un tiempo, Florencia Fragasso propuso la lectura de Anhelo de raíces, también de May Sarton, y me pareció un libro conmovedor. Por eso, este año elegí leer Diario de una soledad que, desde un principio, sospeché que dialogaba con Anhelo de raíces y no me equivoqué con el presentimiento. Además, tengo la impresión de que con May podríamos haber sido amigas porque tenemos intereses en común y compartimos el mismo signo del Zodíaco (Tauro). La lectura del diario avanzó a paso lento y, de hecho, funcionó como un libro - puente entre el otoño y el invierno. Sentí que el modo de leer fue diferente, una experiencia de lectura distinta a la de otros libros que leí durante este año y eso me gusta. Diario de una soledad se publicó por primera vez entre 1972 y 1973 así que considero importante que la editorial Gallo Nero lo haya editado para que los lectores contemporáneos podamos acceder a la obra de la autora. Al igual que en Anhelo de raíces dejé mis marcas de lectura a través de los subrayados y de las notas en los márgenes. Porque son libros para leer con lápiz en mano. Los grandes temas de este diario son: la vida en Nelson y la soledad, su condición de mujer que vive sola, la escritura, la poesía, el jardín, los paisajes y los vínculos de todo tipo.
Por último, compartiré la siguiente cita textual que se encuentra en las páginas 80 y 81 y corresponde a la entrada del diario del día 5 de enero:
"Mi convicción es que las escritoras serias nos consideramos un instrumento de experimentación. La vida -toda ella- fluye a través de un instrumento y se destila a través de las obras de arte. La forma en que vivimos nuestra vida personal está íntimamente ligada a nuestra obra, y llega un momento en que creo que debemos dejar de contenernos por miedo a alienar a un lector imaginario, o bien a algún pariente o amigo real, y dejar que salga la verdad más personal. Si queremos entender la condición humana, y si queremos aceptarnos con toda nuestra complejidad, nuestras inseguridades, extravagancias o sentimientos de culpabilidad y de alegría, soltar el lento flujo interior en busca de su plena capacidad de acción y creación como seres humanos y artistas, entonces debemos saber todo lo posible acerca del otro, y estar dispuestos a desnudarnos."
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