"Una mañana distinta" - Antoine de Saint-Exupéry
Mi mañana* de hoy comenzó con el desayuno en la cama, costumbre que he
tomado desde hace algunos años.
Después, decidí aventurarme en la lectura de “Vuelo Nocturno” (1),
novela del reconocido autor Antoine de Saint - Exupéry. Este texto habita en mi
biblioteca personal desde marzo de este año.
Hace unos meses, empecé con la lectura de sus primeras páginas pero como
tenía otras preocupaciones, sentía que no la disfrutaba como a mí me gusta.
Cuando me pasa esto, prefiero dejar de leer y buscar otro momento. Como lectora
me atrae “vivenciar”, “degustar” y “apropiarme” de las historias pero percibía
que con Vuelo Nocturno no estaba sucediendo eso.
La semana pasada me afectó profundamente la tragedia aérea que sufrió el
equipo de fútbol brasileño Chapecoense. Así que esta semana, decidí refugiarme
(2) en la novela de Saint - Exupéry que, como expresa Andrés Sobico, es “una
novela sobre aviación, pero no de guerra, plagada de drama y contextos técnicos
bien explicados”.
Desde mi punto de vista es un texto asombroso y novedoso. Pude
transportarme a través de los distintos recorridos que realizan los vuelos
nocturnos y sentir miedo ante la soledad, la inmensidad de la noche y la
incertidumbre climática.
Como dice en el prólogo Vuelo Nocturno es la huella del paso de esos
hombres por estas tierras, pequeños héroes entregados a la tarea de unir
pequeñas ciudades entre sí y con el mundo entero”. Les recuerdo que esta novela
transcurre en América del Sur en la que los cielos de Buenos Aires y la
Patagonia son elementos centrales.
Además de ser un texto con conceptos técnicos vinculados con la
aviación, también, está plagado de metáforas que lo convierten en un texto
poético.
“La tierra estaba repleta de llamadas luminosas, cada casa iluminando su
estrella, frente a la inmensa noche, del mismo modo que hacen girar un faro
hacia al mar. Todo lo que cubría una vida humana ya titilaba”. (Saint -
Exupéry, 2015 : 15)
“Considero con claridad que se trataba de una trampa: uno ve tres
estrellas en un agujero, asciende hacia ellas, y luego ya no se puede
descender, uno se quedaría ahí mordiendo las estrellas... Pero su hambre de luz
era tal que ascendió”. (Saint - Exupéry, 2015 : 72)
Los invito a leer esta novela para que puedan descubrir a este autor que
“aunque la realidad le demostraba que se podía vivir del escribir, nunca quiso
bajarse de los aviones”. (Sobico, 2014 : 5)
Notas
*Esta reseña fue escrita el 8 de diciembre de 2016.
(1) Ganó el Premio Fémina en 1931. Este premio ya existía desde el año
1904 con un jurado compuesto solo por mujeres.
(2) Como expresa Beatriz H. Robledo, “la literatura puede llegar a ser
un espacio de vida”.
Actualizada: 24 de noviembre de 2023
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